En lugar de quejarte, describe:
Queja: Ya estoy harto de tu desorden. ¡Siempre la misma historia!
Descripción: Veo la cama sin hacer y la ropa en el suelo. Ordena tu cuarto ahora mismo, por favor.
Queja: ¿Cuántas veces te voy a tener que decir que apagues el ordenador?
Descripción: Veo que aún no has apagado el ordenador. O lo apagas tú o lo apago yo. Elige.
Describir no hace valoraciones de juicio, ni exige en función de un estado de humor, lo que facilita que los niños se sientan respetados y encuentren razonable la instrucción.