Para que tengan un pensamiento divergente, ponles sencillos retos que les obliguen a utilizar alguno de sus sentidos de manera diferente a la habitual. Te proponemos que les tapes los ojos a la hora de lavarse los dientes o vestirse.
Si quieres que se aprendan de memoria la ortografía de una palabra, tápales los ojos y dile que la escriban en un papel. El hecho de no ver con los ojos lo que escriben les obliga a verlo con la mente, lo que hace que esa palabra se fije en su memoria.
Pensamiento divergente
