Una de las cosas que más afectan a la relación padres e hijos es la ira mal manejada de los padres. Cuando nos enfadamos con nuestros hijos, los sentimientos se agolpan en nuestro interior. Salen de nuestra boca verdaderas serpientes que acaban asustando a nuestros hijos, hiriéndoles en el alma y destrozando nuestro prestigio.
No hablo de un vulgar enfado sino de cuando nos invade la ira, cuando estamos a punto de perder todo nuestro autocontrol y solo nos quedan tres segundos para agredirles físicamente, echarlos de casa o traspasarles toda nuestra basura emocional con palabras de rencor y recriminación exageradas y fuera de lugar. Es prácticamente instintivo. El cansancio, el estrés, la impotencia, las dificultades económicas, nuestra propia limitación para manejar el comportamiento de nuestros hijos nos convierten en una bomba de relojería.
Somos humanos y en algunas circunstancias podemos tocar fondo. Sabemos que desahogarnos de esa manera no conduce a nada, tan solo al abatimiento, al rencor y al arrepentimiento posterior. Y a pesar de saberlo, lo hacemos. En ocasiones, hasta nos sorprende a nosotros mismos la magnitud de nuestra ira.
¿Cómo podemos manejar nuestra ira sin convertir a nuestros hijos en víctima de ella?
- Trasforma la ira en necesidades y sentimientos. En lugar de culpar a tus hijos céntrate en ti.
- No les hagas responsables de tu ira. Ellos son responsables de su comportamiento pero no de tus sentimientos. Puedes corregirlos con cariño y disciplina o puedes perder los estribos y desencadenar toda tu ira. Eso lo eliges tú, no ellos. Si les haces responsables de tus sentimientos, les da a entender que ellos gobiernan tus emociones, depositando sobre sus espaldas una carga que no es la suya y dándoles un poder que a la larga puede ser contraproducente para ti.
- Hazte una pregunta, SOLO UNA, cuando estés a punto de perder el control: ¿Qué va a aprender mi hijo con mi reacción desmesurada? Lo que aprenda hoy con tu manejo de la ira es lo que aplicará posteriormente cuando la sienta también, incluso contra ti. Esto te ayudará a expresar tu ira de una manera menos reactiva.
- Revisa tus expectativas. Hay que exigir pero de manera proporcional a sus capacidades. Si las sobrepasas estarás constantemente defraudado e insatisfecho, siendo más fácil sentir rabia e ira.
- Aléjate de tu hijo. Así de sencillo. Cuando notas que se te acelera el corazón y se te retuerce el estómago es el momento de no decir ni una palabra más y alejarte de él: Me voy a mi habitación; cuando me haya tranquilizado un poco hablaremos de lo que ha ocurrido aquí.
- Analiza el motivo principal de tu ira. ¿Te enfadas porque tu hijo se va al colegio sin hacer su cama o porque estás desbordado de trabajo, porque no recibes la ayuda que esperabas de tu pareja, etc? A veces, junto a nuestra ira, conviven otros sentimientos de soledad, abandono, incapacidad o rencor que no se arreglan desahogando la ira con tu hijo sino siendo consciente de ello y trabajando de manera personal.
- Y si has explotado, nunca es tarde para pedir perdón. “Sigo muy enfadado por lo que has hecho pero reconozco que podría habértelo dicho de otra manera. Lo siento. Intentaré que no se repita”.
Elena Roger Gamir
Pedagoga – Solohijos
Hola Saludos desde Colombia.
Me vi en la necesidad de buscar un articulo relacionado con este tema por episodios que he vivido con mi hijo de 4 años, a pesar de que, me considero una persona que escucha, suelo salirme fácilmente de mis cabales, lo cual me hace sentir culpable y hasta mal padre. Ahora que leí este articulo junto con otros mas, me siento mejor al saber que aun tengo oportunidad de corregir mis errores sin que salga mi hijo o mi familia perjudicados.
Muchas gracias por tu articulo!.
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Aprendo a manejar mi ira. Me ha gustado el articulo, incluso he tomado algunas notas que podrian funcionar. Con carácter general si el adulto es de perder la paciencia de forma habitual, no hay técnica que valga. En mi caso, me molesta horrores no poder controlar la situación, que tenga todo planeado y que no salga asi por culpa de los niños y a veces del papá de los niños.
Me ha gustado lo de transformar tu ira: p su culpa ahora tengo que… siento ira porque necesito…
Mi mayor problema es que No consigo descansar ni un solo dia. De lunes a viernes la rutina de casa, deberes y actividades y los fines de semana casa, deberes y los extras que también planeo yo.
El caso es que yo no tengo tiempo para mi, y si un dia lo tengo – cosa rara,jejeje- me siento culpable porque pienso que deberia estar haciendo algo con ellos.
Mi problema es el de muchas mamas, pero sobre todo la desesperación con mi hija de 8 años, que no tiene interes por nada en absoluto. Ni juega, ni lee, ni quiere estudiar. Puede estar mas de 3 horas para hacer los deberes – que obviamente se harian en 40 minutos- y aún asi necesita ayuda. Lo único que la hace feliz es ver la tele. Si la castigo ahora me contesta- ya no voy a llorar, me da igual que me castigues- y efectivamente la da igual.
Y yo efectivamente, que me he levantado a las 6.00 h que he venido de trabajar y he luchado con ellos para que coman, que he recogido toda la casa e incluso preparado la cena antes de ir a las actividades extraescolares, si yo, que no soy una supermamá, pierdo los nervios en cuanto veo que los deberes no están hecho.
Bueno, pues nada, que agradeceria la ayuda de alguien, que me dierais un consejo para no perder los nervios con esta hija mia. Que pena me da que no aproveche el tiempo.
Saludos,
Querida amiga:
No podemos darte pautas porque convertiríamos la sección de contenidos en un gabinete pedagógico imposible de manejar, pero te diremos que priorices los temas a solucionar y comiences entrenándote en comunicación asertiva. Cambiar la manera de hablar con los hijos tiene efecto de bola de nieve: comienza pequeña pero mientras va rodando crece y crece. Hablar de manera respetuosa, comprendiendo cúal es el motivo VERDADERO que mueve a tu hija a hacer lo que hace, facilita la resolución del conflicto pues tu hija se sentirá comprendida y no levantará ningún muro para defenderse, siendo más fácil el cambio. Ve a la barra de navegación de nuestro portal, y cuando se despliegue por temas, elige «COMUNICACIÓN». Aparecerán muchos consejos y artículos relacionados con este tipo de comunicación respetuosa.
También te recomendamos el libro «Como hablar para que tus hijos te escuchen y cómo escuchar para que tus hijos te hablen»
Un abrazo!