La web para ser mejores padres
Síguenos en:

La pausa obligada: ¿cómo se aplica?

Explica a tu hijo que a partir de ahora existirá un lugar en la casa para acudir a buscar calma en los momentos de conflicto: Escucha, Enrique, cuando crea que no estás actuando de acuerdo a nuestras normas, te avisaré y pediré que pares. Si decides no parar, te pediré que vayas a un nuevo rincón «especial» para calmarte, si es que estás nervioso, y reflexionar. Se trata de darte la oportunidad de relajarte para poder hablar después. ¿Crees que lo has entendido?
Asegúrate que lo entiende haciendo que te lo explique.

Para niños pequeños (de 3 a 5 años)

Cuando tu hijo no se porte correctamente, frena dicho comportamiento diciéndole: ¿Quieres ir a «tu rinconcito de calma»? Posiblemente, sobre todo al principio, te dirá que no. Entonces pregúntaselo de nuevo pero diciéndole que tú también irás con él. Si continua diciendo que no, dale ejemplo y ve tú solo. Una vez allí, relájate tal y como haría tu hijo: pintando, escribiendo, leyendo, escuchando música, etc.
Verá que es efectivo dicho rincón, que realmente es un sitio agradable que invita a la calma y, poco a poco, se sentirá cómodo yendo allí.

Para niños de primaria

Hay que aprovechar esta pausa para hacer reflexionar a nuestros hijos sobre lo ocurrido y de esta manera sacar algún provecho de la situación conflictiva que les llevó a utilizar esta pausa. Te proponemos que en el lugar creado por ellos para relajarse (su cama, el sofá del comedor, el rincón de la música, etc.) encuentren un papel con unas preguntas estándar que le ayuden a recapacitar y a posicionarse ante el problema. Esta ficha puede incluir los siguientes puntos:

    • Nombre: Enrique
    • Fecha: lunes 10
    • Lugar del incidente: mi cuarto
    • Personas implicadas: Laura y yo
    • ¿Por qué te molestaste? Laura entró sin llamar y cogió mi libro
    • ¿Cómo te sentiste? Enfadadísimo, muy enfadado, avergonzado, dolido, triste, contento, preocupado, cansado, no sentí nada. (Propón varios adjetivos a elegir)
    • ¿Qué hiciste? Le pegué
    • ¿Qué hizo la otra persona? Se puso a llorar y se chivó a mamá.
    • ¿Qué es lo que más te ha molestado? Que mamá me riñera a mí y no a ella, que es la que ha empezado.
    • ¿Podías haber hecho otra cosa? No lo sé, quizás obligarle a salir de mi cuarto a empujones. O también se lo podría haber dicho a mamá.
    • ¿Cómo crees que se sintió la otra persona? Triste, enfadada, herida, sorprendida, agradecida o feliz. (Propón varios adjetivos a elegir)
    • ¿Cómo crees que se puede solucionar este problema para que no se repita otra vez? Castigando a Laura cada vez que yo le diga a mamá o papá que ha entrado en mi cuarto sin permiso.

Las respuestas ayudarán a tu hijo a centrar el problema, a reflexionar sobre lo ocurrido y a barajar posibles alternativas a su comportamiento. Una vez calmado, comenta con él sus respuestas para llegar al verdadero problema (que no suele ser el que el describe en la ficha) y así poderle ayudar. El objetivo es que se acostumbre a mantener la calma ante un problema, para así poder reflexionar y, entonces, tomar una decisión acertada.

Otros contenidos relacionados:
La pausa obligada: una oportunidad para recapacitar
La pausa obligada: ¿Cómo debería ser el lugar para calmarse? 

Elena Roger Gamir
Pedagoga

 

¿Te ha gustado este contenido?

Si te ha gustado, te agradeceríamos que lo compartieras y nos ayudaras a darlo a conocer. Muchas gracias.

PinIt

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *