Igual que hacen los cachorros de animales, tus hijos necesitan jugar entre ellos de una manera similar. No los separes porque puedan acabar peleándose o porque causen mucho alboroto.
La relación que se desarrolla entre ellos compensa con mucho todos los inconvenientes que pueda ocasionar. Ofréceles oportunidades para que sean cachorros.
Jugar como cachorros
