La música como terapia. Consejos prácticos

Desde que tu hijo era muy pequeño observas que reacciona a los ritmos alegres, melancólicos o machacones de la música. Y, por increíble que parezca, esta forma de expresión puede mejorar la salud física y mental de los niños con problemas. ¿Has oído hablar de la musicoterapia? Muchos profesionales se han decidido por este tratamiento para ayudar a niños con retrasos u otro tipo de dificultades.

Procurad informaros bien sobre donde lleváis a vuestro hijo a hacer musicoterapia. Nosotros os damos los datos de algunas asociaciones de musicoterapia que servirán para orientaros en la búsqueda de un buen profesional.
Si os planteáis llevar a vuestro hijo a una sesión de musicoterapia tened en cuenta que, en caso de quererlo llevar también al psicólogo o al psiquiatra, es conveniente que los dos profesionales estén en contacto para poder comentar todos aquellos aspectos interesantes para el proceso terapéutico.
Cuando vuestro hijo salga de la sesión de musicoterapia no le preguntéis qué ha hecho o qué ha pasado. Si quiere, él os lo explicará. Quizá haya tenido una sesión muy intensa en la que ha conseguido sacar cosas muy íntimas, pero todavía no está preparado para compartirlas con nosotros.
No caigáis en el error de pensar que con una sesión se solucionará aquel problema por el cual habéis llevado a vuestro hijo. Estas cosas requieren tiempo, y en consecuencia debéis tener paciencia y dejar que él vaya a su ritmo.
Es recomendable que antes de que vuestro hijo empiece a hacer el tratamiento le pidáis información al profesional que lo llevará, de forma que tengáis una idea clara de lo que harán en las sesiones y de qué pautas de trabajo tiene el musicoterapeuta.
Es muy importante que deis información al musicoterapeuta de cómo está cambiando vuestro hijo sus pautas de relación con vosotros en casa o con los niños en la escuela. La información será muy útil para el profesional y vosotros contestaréis algunas dudas que de vez en cuando os irán surgiendo respecto a estos cambios.