Es normal que nuestros hijos quieran crecer. Y rápido. Hacerse mayores es su sueño. Pero no les ayudes a quemar etapas. Para que entren con éxito en una nueva etapa, tienen que haber superado la anterior y adquirido todas las habilidades. Dejemos que nuestros hijos sigan su ritmo sin nuestra presión ni la que marca la sociedad.
Cada niño tiene un ritmo de desarrollo. Presionarlo para que vaya más rápido es como inflar un globo más allá de sus posibilidades. Algún día explotará.
No presiones. Respeta su ritmo
