Tendrá dolor y sufrirá. Es inevitable. No trates de evitarle estos sentimientos sino de proporcionarle la mediación necesaria para que ese dolor le haga más sabio y más maduro.
Ante una situación frustrante hazle preguntas (¿qué crees que hubiera pasado si…?, ¿tenías otra alternativa?, ¿cómo te sientes?, ¿y si en lugar de…?, etc), ofrécele tu apoyo y confía en que aprenderá de ella.
Con esta actitud, seguramente lo hará.
Hazle fuerte
