¿Tienes a un pequeño dictador en casa? El hecho de mandar en exceso es normal durante un periodo de la vida de nuestros hijos. Pero es importante evitar que esta conducta se anquilose para prevenir problemas de relación con sus compañeros. Los padres debemos reaccionar adecuadamente siguiendo unos cuantos consejos.
- Hay padres que, cuando ven que su hijo comienza a dar órdenes, les dicen, con tono autoritario: «¡Te he dicho mil veces que no seas mandón!» No se dan cuenta que… ¡están ordenando a su hijo que no mande! Los padres somos los principales modelos a imitar por nuestros hijos. Por eso es tan importante pedir las cosas siempre correctamente, sin gritar, y ofreciendo opciones para que pueda elegir. Por ejemplo: «Oscar, te agradecería que me ayudaras con la compra. ¿Prefieres ir sacando las cosas de las bolsas o guardarlo en el armario?»
- Alaba y premia a tu hijo cuando está jugando y compartiendo tranquilamente con los demás, o cuando pide adecuadamente lo que desea. Aplaudirle, darle un beso y expresarle lo contento/a que estás con él.
- Enséñale a pedir correctamente lo que quiere y a negociar. ¿Cómo?
- – Si tu hijo es mayor de 5 o 6 años, cuando estéis a solas, explícale la alternativa correcta al hecho de mandar a partir de una situación concreta que le haya ocurrido a él: «Tienes más probabilidades de conseguir lo que quieres pidiéndolo correctamente. Le podrías haber dicho a María: ¿qué te parece si primero yo represento el papel de bueno y, al cabo de un rato, cambiamos y yo soy el malo y tú la buena?»
- – Si tu hijo es menor de 5 años o crees que todavía no puede comprender la explicación anterior, cuando sea a ti a quien te pida las cosas inadecuadamente, no le mires ni le escuches y, por supuesto, no cumplas lo que te pide. Si manda excesivamente a sus compañeros de juego, avísale antes de comenzar que, cuando veas que se está comportando incorrectamente, le darás un aviso (por ejemplo, decir su nombre) para que él se dé cuenta. Si continúa con la misma actitud, oblígale a que haga una pausa en el juego (dile: «PAUSA» sin ninguna expresión en tu cara), y siéntalo en una silla unos momentos (5 minutos). Repite el procedimiento tantas veces como creas necesario.
- Es importante que tu hijo, tenga la edad que tenga, participe en actividades de grupo, para que aprenda a compartir, a negociar, a cumplir normas impuestas por otros, etc. Un deporte de equipo, un grupo excursionista, etc.
- Incita a tu hijo a que juegue, ya sea con sus hermanos o sus amigos, a juegos no competitivos, como organizar una banda de música utilizando distintos instrumentos musicales, etc.
Lídia Ametller Martínez
Licenciada en Psicología
Artículo relacionado con estos consejos prácticos: Mi hijo es un mandón