En ocasiones, los resultados escolares de nuestro hijo son pobres para el esfuerzo que realiza. Los profesores aseguran que no trabaja, que se distrae mucho en clase. Pero en casa comprobáis que el chico es inteligente y creativo, y que se esfuerza a la hora de estudiar. Sin embargo, sus calificaciones reflejan una serie de dificultades incomprensibles: todo lo relacionado con el aprendizaje de la lecto-escritura se le hace una montaña. Tu hijo podría ser disléxico.
Si creemos que nuestro hijo puede tener problemas de aprendizaje relacionados con la dislexia, lo principal es ponernos en contacto con un especialista que pueda realizar una diagnóstico personalizado y que nos pueda orientar sobre los posibles tratamientos o soluciones. Paralelamente, ciertas actitudes de los padres y maestros con los niños pueden influenciar de forma positiva en el niño, y conviene tenerlas en cuenta:
- Intenta potenciar y valorar sus aspectos positivos (que son muchos) para que se sienta respetado y valorado.
- No des demasiada importancia a sus errores: debes hacérselos ver para que los entienda, pero no basar toda vuestra relación en ese ‘problema’.
- No insistas en que haga las cosas que no entiende una y otra vez, la repetición de los conceptos no le ayudará a entenderlos mejor.
- Intenta hacerle ver que la lectura de un libro es algo divertido y no una penosa obligación.
- Si haciendo los deberes notas que está cansado o bloqueado, deja que descanse cinco minutos. Cuando retome el trabajo su rendimiento habrá mejorado.
- No le compares con sus hermanos, primos o amigos, eso hará que se sienta mal y que aumente la pobre imagen que tiene de sí mismo.
- No le protejas. Quizás tiene problemas de aprendizaje pero por lo demás sigue siendo un niño con capacidad para hacer y decidir por su cuenta.
Equipo psicopedagógico de La Puerta de las Letras
Especialistas en dislexia y otros problemas de aprendizaje