Una mirada de amor con el móvil en la oreja es una mirada de amor sin contenido. El que la recibe no sabe lo que significa.
El móvil es útil. Y necesario. Un gran invento al servicio del hombre. Pero si te quita tiempo para compartir con tu familia, si interrumpe momentos íntimos, si atrapa tu atención cuando en ese momento deberías estar mirando a tu hijo… entonces plantéate reducirlo al mínimo cuando estás en casa.
Mejor aún, apágalo cuando atravieses la puerta de entrada a tu hogar y acostumbra a los demás a que respeten tu tiempo en familia. Para ellos puede que no, pero para ti debe ser prioritario.
Cuanto más tiempo te quite el teléfono al que tendrías que dedicar a tu familia, más prescindible te haces para ésta. Apaga el teléfono cuando llegues a casa.