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El gateo: un paso de gigante para tu bebé. Consejos prácticos

Caminar a cuatro patas no sólo significa ganar en movilidad. Aunque tu bebé no se dé cuenta de ello y él simplemente disfrute yendo de aquí para allá como un correcaminos, en el interior de su pequeña cabecita están ocurriendo cosas muy emocionantes. El gateo favorece la relación entre los hemisferios cerebrales y prepara la vista y la mano para la fascinante aventura, no muy lejana, de aprender a leer y escribir. Increíble, ¿no?

 

  • Si tu bebé pesa mucho, arrodíllate detrás de él, sujetándolo por el vientre con una mano y usando tu otra mano para ayudarle a mover hacia delante sus manos y rodillas de forma alternativa.
  • Si sois dos adultos, podéis usar una toalla rodeando su barriguita y levantándola de manera que su barriguita se eleve del suelo y que sus manos y rodillas soporten parte de su peso. Entre los dos podéis ayudarle a avanzar: mientras uno le mueve las manos, el otro le va moviendo las piernecitas.
  •   Podéis utilizar vuestro propio cuerpo como obstáculo para que tu bebé lo supere (túmbate en el suelo y deja que tu bebé pase por encima de tus piernas como si fueran una montaña rusa a su medida). Esto le obligará a coordinar y fortalecer sus brazos y piernas. Cuando lo consiga, prémiale con besos y abrazos.
  • También puedes construir obstáculos con almohadones grandes, mantas enrolladas, etc. (lo dejamos a tu imaginación).
  • A veces, subir algunos escalones (o pequeños tramos de escalera) pueden ser un buen estímulo para él. Tienen tendencia a hacerlo por propia iniciativa, por lo que es aconsejable que no le pierdas de vista y supervises su «pequeña» ascensión.
  • Acuérdate de cubrir las piernas del bebé con un pantalón largo para prevenir los efectos del roce cuando avance con rapidez por diferentes terrenos al recorrer la casa.
  • Algunos padres colocan en el pasillo, comedor, o en su cuarto piezas de goma en forma de cuadrados de diferentes colores que se enlazan entre sí formando un suelo cómodo y atractivo para el niño.
  • La natación (sobre todo cuando están boca abajo) facilita el movimiento de brazos y piernas como si gatearan, con la libertad de estar menos sometidos a la gravedad. A la vez, la resistencia que le ofrece el agua en el movimiento hace que su musculatura se desarrolle mucho mejor.
  • Por otra parte, si tu hijo tiene más de 10 meses y ves que ya tiene intención de caminar (sin haber pasado antes por la etapa de gateo) estos trucos pueden ayudarte a que no se pierda esta fase tan importante para su desarrollo.

Mª Ángeles García Morán
Licenciada en Psicología Infantil
y especialista en Estimulación Temprana

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