No para de crecer y aumenta de peso día a día. Todavía no puedes verlo, pero ya es posible identificar los órganos sexuales y los rasgos de la cara, que destacan sobre todo porque el pequeño ha empezado a abrir los ojos. Su organismo comienza a funcionar de manera autónoma mientras sigue flotando en la cavidad uterina como si fuera un pequeño astronauta. Pero la gran novedad de este mes es que ha dejado de ser un embrión para convertirse en un feto y, mucho más importante para él…¡ya puede moverse!
- Si sigues teniendo náuseas, oler limón puede ayudarte.
- Para evitar la aparición de venas varicosas, es muy recomendable un poco de ejercicio. Las caminatas o paseos son muy saludables. También puedes usar medias especiales para embarazadas.
- Descansa lo suficiente. Si puedes realizar siestas por cortas que sean, te resultarán beneficiosas. Busca ambientes relajados y evita aquellos que estén cargados de humo o mal ventilados.
- Evita tomar el sol para prevenir las manchas de pigmentación. Si lo haces, usa una crema con alto factor de protección.
- Controla tu peso. El aumento varía mucho de mujer a mujer y también de embarazo a embarazo en una misma mujer. El peso que tenías antes de quedarte embarazada tiene mucho que ver al respecto y debes consultar con tu médico si la evolución que sigues es normal.
- No confundas el llevar una dieta sana y equilibrada con hacer régimen.
- Para evitar el dolor en los pechos, puedes aplicarte compresas frías y calientes alternativamente.
- Tu médico te habrá indicado las diferentes pruebas que debes hacerte. Pueden ayudarte a ahuyentar temores con respecto a la salud del feto pero ten en cuenta que nadie te obliga a realizar determinadas pruebas si no estás conforme.
- No dudes en comunicarle al médico tus síntomas y en hacerle todas las preguntas que quieras.
- Si viajas en coche, colócate la parte inferior del cinturón por debajo del útero.
Redacción Solohijos, con el asesoramiento de Lluís Marcet
Ginecólogo y Obstetra de la Clínica Teknon de Barcelona